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EL SÍNDROME POSTVACACIONAL - OMEGA PSICOLOGÍA

por Miguel Ángel Moreno Expósito el 19/09/2016

​El verano ha pasado y con él los sentimientos de relajación, calma, descanso etc...Marta ha publicado en la web de OMEGA PSICOLOGÍA un interesante artículo sobre cómo viajamos en vacaciones, lo que nos encontramos y lo que hacemos; el artículo incluye también la adaptación a la vuelta de vacaciones y todos los sentimientos que nos genera... 

Muy especialmente los que tuvimos las vacaciones en Julio, nos supuso una mayor dificultad el regreso al trabajo mientras que vemos como amigos y compañeros se van justo cuando nosotros hemos vuelto. Es dura la vuelta de vacaciones. A todos los mostoleses, os invito a echar un vistazo al nuestro blog donde podréis ver y disfrutar de las reflexiones de Marta sobre el periodo vacacional y posvacacional. 

No os lo perdáis!! 

​Seguro que muchos de vosotros leeréis este artículo tumbados en la playa desde vuestro smarthphone…Sol, y calor, e interminables tardes de playa, terrazas, gastronomía y visitas culturales. Y es que muchos españoles disfrutan de unos días de asueto muy merecidos este mes de agosto. Todo un año trabajando, con la rutina diaria, en la que no todos están contentos y satisfechos con su trabajo, o no trabajan de lo que desean, o bien sus condiciones laborales no son buenas. Otros más afortunados trabajamos en nuestro campo y estamos contentos, aunque también deseando como en mi caso, emprender mi viaje de vacaciones. La doctora Crespo se incorporará ahora, y yo, Marta Martínez , que estuve al pie del cañón estos días para que OMEGA no quedara desierta, me dispongo a hacer mis maletas, y estaré fuera por un mes.

Decidí emprender mi viaje recorriendo varios lugares de la costa de Niza con unos amigos, pero en plan “visitante que se integra”, no en plan “turista”. ¿Qué diferencia veis vosotros entre un turista y un visitante integrado en el paisaje? Para mi resulta obvia: la distancia a la gente. El turista visita, disfruta, come y luego se va a su hotel a descansar, pero lo ve con distancia, desde fuera, y no hay un conocimiento real de la gente ni del sitio desde el interior. Por contra, el visitante se integra, come, viaja a pie de calle, pregunta por las costumbres, habla con los lugareños, sigue sus consejos de itinerarios no previstos a priori etc. Yo pertenezco a estos segundos. Me siento cómoda con mi grupo de amigos, indagando en la comida y las costumbres de cada sitio, sin olvidarme tampoco de disfrutar de una buena tarde de descanso en la playa, o un buen bailoteo nocturno.

Durante el tiempo en que colaboro en Omega, y en mi andadura previa, he observado que la gente en vacaciones no siempre está satisfecha. También creo que la inmensa mayoría si lo está. Entre los problemas que surgen y que luego en ocasiones acaban en la consulta del psicólogo, abundan los problemas de convivencia con la pareja, ya que la convivencia actúa muchas veces de detonante, tensiones con los hijos y su horario de vuelta a casa, decepciones con el hotel o apartamento que no les parece que corresponda a lo prometido, y gastos excesivos que se hacen a veces sin mirar el presupuesto por la euforia del momento, y que les supone a la vuelta de vacaciones, un sacrificio importante. Muchas de las decepciones tienen que ver con las expectativas del que se aloja, que por las fotos del anuncio del hotel o apartamento, esperaba encontrar todo mejor, y luego se decepciona o hasta se frustra. Otras tienen que ver con la mala gestión que realizan muchos caseros avaros, cuando éstos son personas que anteponen su ahorro desmedido y sus beneficios, al disfrute y bienestar de sus clientes: lavadoras que no lavan bien, microondas que no funcionan, pisos muy alejados de la playa cuando en el anuncio parecían cercanos, camas de los hoteles demasiado viejas, o habitaciones y baños de hotel no demasiado limpios, entre un largo etc.

En realidad todos los destinos y lugares de alojamiento tienen sus pegas, y es cierto que cuando buscamos destinos en vacaciones lo hacemos movidos por una euforia y ánimo elevado porque estamos deseando de descansar y de disfrutar, lo que sesga positivamente las expectativas sobre lo que nos encontramos después, pero no es menos cierto que debemos tener la capacidad de disfrutar de lo que tenemos junto a las personas que queremos, y es un arte el saber o aprender a hacerlo focalizando nuestra atención en los aspectos más positivos y en el agrado, y disfrute, en lugar de tener una especie de estado de alerta, como algunas personas tienen, dirigido a lo negativo. Fijarse en lo bueno y productivo es una estrategia mucho más razonable y terapeútica que focalizarse en pegas y lastres. Cuando una persona no sabe hacer eso porque está sesgado hacia lo negativo, hay que enseñarle, para que su calidad de vida y su placer y disfrute por las cosas sea mayor. Al fin y al cabo la felicidad consiste en eso, en saber apreciar y disfrutar de las pequeñas cosas, y en ver lo positivo en cada día, en cada momento, y en cada lugar. En Omega Psicología somos especialistas en enseñar a la gente a reestructurar sus pensamientos negativos y dar más alternativas a ese pensamiento dicotómico, para que contemple que además de los sesgos negativos, hay otras posibilidades a considerar menos negativas y más favorables para mantener el ánimo.

Hay autores en psicología que piensan que existe una especie de “síndrome postvacacional”. Es cierto que es dura la vuelta de vacaciones a la rutina, cierto que produce apatía, depresión momentánea, desmotivación, distimia, incluso estrés o ansiedad. Volver al trabajo y a la rutina diaria es difícil, después de haber estado relajado y sin presión laboral, pero no es menos cierto que la rutina en psicología es un efecto saludable. Prácticamente el total de las conductas que implementamos como nuevos aprendizajes en las personas, a través de técnicas de modelado, encadenamiento, planificación de actividades etc, son producto de la rutina, o lo que es lo mismo, generamos una habituación. Nada más saludable que un hábito sano, para la felicidad de cualquier persona, para su equilibrio emocional y social.

Yo disfrutaré de mi viaje, de las personas que me encuentre para charlar en mi camino, de mis amistades que me acompañan, de los sitios agradables en los que estar y de los lugares que aún nos quedan por descubrir; incluso de los alojamientos defectuosos, a los que sacaré siempre los pros, más que los contras!…, probaré nuevos tipos de comida, me bañaré en el mar, haré fotos a monumentos o a rincones emblemáticos o a momentos con encanto con mi grupo de amigos. Os recomiendo a los que os vais a incorporar al trabajo, que retoméis vuestra rutina contentos de tener un trabajo y hagáis el ejercicio de valorar lo bueno que será volver a tener vacaciones el año que viene, precisamente debido a tener que estar trabajando todo el año para tener eso. Disfrutadlo. Y si pasáis la apatía y los síntomas de agotamiento físico y psíquico del “síndrome postvacacional” ( aunque éste no exista en las nosologías de psiquiatría todavía….), dirigiros a nuestro centro Omega Psicología de Móstoles, donde seguro que os podemos ayudar a que el tránsito del ocio al trabajo sea menos traumático. Y si tenéis problemas o crisis de pareja, muy típicas del mes de agosto, también os ayudamos con técnicas de intervención en terapia de pareja. Lo más importante es disfrutar de las vacaciones, ser feliz, y volver al trabajo con energía y espíritu de logro!!

Felicidades a todos los que estáis en ello!! 

Marta Martínez.